Desde hace años, el mundo de los negocios ha sufrido una evolución hasta llegar a crear nuevos modelos de negocio. Unos ejemplos de ello son las llamadas startups, empresas que han sido creadas desde cero y plantean una gran posibilidad de crecimiento y un modelo de negocio bastante estable.

Estas nuevas empresas suelen tener un componente tecnológico muy fuerte y estar estrechamente relacionadas con Internet y las Tecnologías de la Información y Comunicación. Esa estrecha relación permite que el coste de su creación sea algo más bajo que para las empresas de cualquier otro ámbito.

La propiedad intelectual: un problema de las startups

Una de las dudas que surgen al hablar sobre este tipo de empresas es su protección. Nacen de ideas que, desde el momento en el que las cuentas a un tercero, pueden dejar de ser tu idea (si se te adelantan). Las ideas no son protegibles y cualquier otro es libre de tomarlas para ponerlas en práctica, aunque sea de forma diferente a la que habías pensado.

Entonces, ¿cómo puedes proteger la idea para tu negocio? Es tan fácil como guardar silencio. No comentes nada sobre tu idea hasta que no hayas realizado su desarrollo. De lo contrario, te expones a que alguien con más recursos disponibles acceda antes a esa idea de negocio. Otra forma de que tu idea se quede estrechamente relacionada solo contigo pasa por la creación de una marca que os represente a los dos para que el cliente lo sepa. Lo ideal es que se trate de una marca nunca vista y que describa bien tu producto o servicio. Una vez creada la marca, te recomendamos acudir a un registro de patentes como Lidermark. De este modo, tu idea de negocio quedará correctamente protegida.

Efectos de una mala gestión de la propiedad intelectual

Un ejemplo muy común sobre una mala gestión de la propiedad intelectual es no registrar la marca de tu empresa, lo que puede traer consecuencias que no te gustará experimentar.

En primer lugar, si no registras tu propiedad intelectual, no podrás evitar que otros la utilicen. Con esto, un tercero podrá usar la reputación y el prestigio de tu marca a su favor; e, incluso, registrarla como si fuese su idea original, ya que tú no lo has hecho anteriormente.

En segundo lugar y relacionado con lo anterior, si un tercero registra tu marca antes de hacerlo tú, podrá obligarte a dejar de usarla y deberás cambiar todo en lo que aparezca dicha marca.

¿Qué debo tener en cuenta al proteger mi startup?

– Obtienes exclusividad, pues solo tú podrás usar tu idea de negocio y marca.

– Para proteger debidamente tu propiedad intelectual, debes hacerlo en un registro de patentes y marcas como el que se ha mencionado anteriormente.

– Asegúrate de efectuar el registro en la categoría adecuada. Para este caso, la categoría de propiedad intelectual.

– Infórmate sobre la caducidad de las marcas y tenla muy presente. Si olvidas renovar tu marca, puedes perderla.

Ser empresario de una startup es un trabajo gratificante, puesto que ves cómo tu idea toma forma, pero no olvides proteger como es debido su propiedad intelectual.